Por Jorge Tadeo Vargas
Ban Ki-Mon ha declarado que la
cumbre oficial de la ONU, sobre cambio climático, celebrada en Nueva York el
pasado 23 de septiembre ha sido todo un éxito. Entre las razones que da para
evaluar esta cumbre como exitosa, esta la posibilidad de llegar a Lima, en
diciembre, con los representantes de los participantes de la COP 21, con mas
información científica, sensibilizados ante la crisis climática y un
acercamiento mas profundo a la sociedad civil. Estos son de los argumentos que
Ki-Mon da para sostener el éxito de la cumbre.
Para del éxito o de su
acercamiento a la sociedad civil tiene que ver con su pequeña participación en
la marcha climática que reunión alrededor de 500 mil personas en Nueva York y
que tuvo acciones simultaneas en más de 100 ciudades en todo el mundo. Una participación
tan pobre, poco representativa y que tuvo menos cobertura mediática que la que
obtuvo su mensajero ciudadano para la paz.
Para Ban Ki-Mon, así como para
los más de 100 representantes de gobiernos y más de 800 presidentes de empresas
transnacionales, tuvo que ser un éxito, no solo por que se hablo de la crisis
climática, centrándose en buscar nuevas formas de mitigación para los Gases de
Efecto Invernadero mediante los Mercados de Carbono, incluso presentaron nuevos
mecanismos para esto. La “Agricultura Climaticamente Inteligente” -si, así se
llama- forma parte de estos mecanismos
y no es sino el siguiente paso de la
Revolución Verde, incluyendo ahora en los paquetes tecnológicos, semillas
modificadas, todo esto, según la FAO para asegurar la seguridad alimentaria;
notese que no usan el termino soberanía, sino seguridad. Esto de nuevo
beneficia a los monocultivos, la agroindustria, dejando poco o nada de espacio para
la agricultura tradicional, artesanal y/o familiar, afectando a millones de
campesinos en todo el mundo y creando nuevos impactos a los ecosistemas.
Poco a nada se planteo sobre la
ineficiencia de los Mercados de Carbono en estos 20 años de COP's para mitigar
las emisiones, mucho menos se plantearon medidas para hacer frente a los
pronósticos que mencionan que el
porcentaje de Gases de Efecto Invernadero para el 2050 aumentara en un 38
porciento de continuar esta tendencia, donde el 2020 es la clave para lograr
mantenernos en el nivel actual, que no es lo mejor pues desde hace algunos años
estamos en el punto del no retorno para comenzar a vivir una nueva era
climatica. Para lo cual se necesita una reducción de entre del 30 al 85
porciento de los Gases de Efecto Invernadero actuales. Según el UNEP
Emissions Gap Report si para el 2020
pasamos de las 44 giga-toneladas de CO2 por año, no tendremos mucho que hacer
para lograr una reducción considerable en el tope máximo del 2050. De no lograr
estas metas que predichas por los mismos organismos afiliados a la OUN, el
panorama se presenta mucho mas negativo que el actual, además de irse
intensificando.
El éxito de la cumbre para Ki-Mon
se debe a los acuerdos alcanzados, aunque estos sean para continuar con estrategias
que no han funcionado en 20 años, incluso el Fondo Verde que no solo es un
fondo irrisorio que pretende tener la cifra de 100 billones de dolares para el
2020, lo cual es francamente un insulto si se compara con el dinero que se
otorga desde los distintos mecanismos de los Mercados de Carbono, desde el cual
los países que pueden acceder a esta Fondo por emergencias climáticas, se ven
un tanto inútiles.
Los acuerdos y avances que se
tomaron en esta cumbre oficial rumbo a la COP 21, no van encaminados a
fortalecer medidas de adaptación. Todo lo contrario. Estas son cooptadas por
los mercados, las transnacionales y el sistema. La Agricultura Climaticamente
Inteligente es una prueba fehaciente de ello.
Mitigación versus Adaptación
a la par de la cumbre oficial y
teniendo como marco inicial la Marcha Climática; organizaciones, movimientos,
redes, alianzas, grupos indígenas, campesinos, activistas, comunidades, entre
muchos otros grupos organizaron la Cumbre Climática de los Pueblos y el
Tribunal Climático de los Pueblos. En el primero se expusieron los impactos
negativos de las falsas soluciones promovidas por la ONU y los Mercados de
Carbono, así como las alternativas, que no solo son reales, sino que están
llevándose a cabo en muchos lugares del mundo. Planes de Basura Cero,
recuperación de Cuencas, agricultura artesanal, son una realidad tangible y una
solución a la crisis climática. Estas son medidas de adaptación, desde abajo y
que se contraponen a las medidas de mitigación propuestas desde arriba, sin
embargo, al ser parte central de un cambio sistémico, son por lo tanto medidas
tanto de adaptación como de mitigación, por el simple hecho de romper con el
modelo de producción y consumo, piedra angular de nuestro sistema.
En el segundo espacio, las comunidades
afectadas por el cambio climático, por los Mercados de Carbono -MDL, REDD,
etc., etc.) y/o por la intensidad y fuerza de los fenómenos naturales,
expusieron la falta de justicia climática y la necesidad de la misma. De nuevo
se puso en evidencia el fracaso de las medidas de mitigación para reducir las
GEI, así como los impactos negativos que causan en las comunidades locales, que
pierden desde sus territorios obligándolos a convertirse en refugiados
ambientales.
Los dos espacios, así como las
demostraciones de calle, fueron exitosos en la medida de que los senadores,
alcaldes, representantes de la ONU, incluso las celebridades que se sumaron por
unos segundos a la Marcha Climática, les quedo muy claro que las comunidades se
representan solas; que la marcha fue una demostración de poder ciudadano, un
simple recordatorio que se reafirmo al día siguiente con la marea de activistas
que tomo las calles de Wall Street, el corazón del sistema, donde se toman las
decisiones, los culpables directos de la falta de justicia global. A ellos
miles de personas marchando para luego sentarse frente a sus edificios, les
quedo claro que aun no han ganado la guerra, que desde las barricadas, las
calles, las comunidades se siguen construyendo eso otro mundo posible. Incluso
dentro de la ONU, burlando el increíble marco de seguridad -francotiradores
incluidos- un puñado de personas
llenaron de giraflores las puertas del
edificio donde se reunieron los representantes de los gobiernos y empresarios,
para dejar claro que ellos no los representan, abajo, la representación es
directa, que allá abajo lejos de los Mercados de Carbono se construye, se
aplican las medidas de adaptación. que a su vez son medidas de mitigación con
justicia, solidaridad y apoyo mutuo.
¿Mismo problema? Dos enfoques
distintos
Mientras Ban Ki-Mon intenta ser
positivo ante un espacio tan desgastado como criticado, intentando medidas
desesperadas -como lo fue esta cumbre- a unos cuantos meses de celebrarse la
COP, es mas que obvio que las soluciones no vendrán desde arriba. El enfoque,
los objetivos no son los adecuados para alcanzar el primer paso de esta crisis:
la justicia climática.
En las calles aun se sigue
escuchando, cambiemos el sistema, no el clima, pues cada día es mas que obvio
que lo que nos tiene en jaque es el
sistema. Lograr un cambio desde adentro es como usar aspirinas para curar una
migraña. El cambio debe de ser tan profundo como la misma raíz.
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