Boletín de Prensa
Tepic, Nayarit a 23 de diciembre de 2014.-
La noche del 22 de diciembre del año en curso fue privado
de su libertad el Sr. Julián López Cánare, miembro del Consejo Indígena Náyeri,
y quien recientemente participara en la rueda de prensa (Distrito Federal, 17
de diciembre, instalaciones de CENCOS) convocada por el Consejo Indígena Náyeri
y el Consejo Regional Wixárika para la Defensa de Wirikuta, en la que manifestaron su rechazo al proyecto
hidroeléctrico Las Cruces y a la Minería en Wirikuta por la afectación a sus
lugares sagrados y centros ceremoniales, territorio y formas de subsistencia e
identidad cultural. Asimismo, los voceros denunciaron en ese foro que las comunidades
indígenas están siendo engañadas y presionadas por las autoridades para que
acepten estos megaproyectos, violando
sistemáticamente sus derechos. Ejemplo de ello es la instalación de procesos que simulan “consultas a los pueblos indígenas” en los que se ofertan programas públicos a
cambio de la aprobación de estas iniciativas. Además de condicionar dichos
apoyos gubernamentales, señalaron los voceros durante la rueda de prensa, la
autoridad manipula la crispación social fomentando el enfrentamiento entre las
comunidades indígenas y mestizas de la zona.
El día de ayer (22 de diciembre), durante una visita a la
cabecera municipal de Ruiz, Nayarit, Julián López Cánare fue interceptado por cuatro individuos a bordo de una camioneta
tipo pick up de modelo reciente que lo subieron por la fuerza a la cabina del
vehículo y lo retuvieron ilegalmente por un lapso aproximado de seis horas.
Además de robarle su agenda, directorio y el efectivo que traía, le advirtieron
que sabían quién es, qué hace y
sus “movimientos”.
A continuación la relatoría de
hechos de Julián López Cánare:
El día de ayer, 22 de diciembre
de 2014, me encontraba en el poblado de Ruiz, Nayarit, en un evento familiar. Antes
de oscurecer me despedí para regresar al
lugar donde me hospedo.
En el regreso llegué al centro,
en el Jardín de las Madres (plaza pública), estuve un rato ahí hasta que se oscureció. Serían
como las 6:00 de la tarde y decidí ir a comerme unas gorditas
para cenar en un lugar por la avenida México (lugar ubicado justo en frente de
donde me encontraba, cruzando las vías del tren) y en cuanto iba pasando estaba
una camioneta blanca, no me fijé si había gente adentro. De repente abrieron la
puerta y salieron dos hombres y me metieron a la camioneta, me subieron al
asiento delantero del vehículo. Adentro de la cabina los que iban en la parte
trasera me vendaron los ojos y
arrancaron el auto.
Me llevaron por una camino y al
llegar al lugar me quitaron las vendas, ahí me di cuenta que estábamos en una
orilla del río (San Pedro). Me esculcaron y me quitaron todo lo que traía,
entre las cosas se encontraba mi directorio, una agenda con $2,700 pesos en el
interior y las llaves.
Los sujetos estaban armados con
pistolas, las traían en la cintura, aunque no las sacaron sí me las dejaron
ver; uno de ellos se quedó conmigo custodiándome, los otros se alejaron y allá
hablaban por radio mientras revisaban la agenda y el directorio. El sujeto que
me cuidaba sólo me dijo que si intentaba huir me daría un balazo.
No me interrogaron mucho, sólo me
preguntaron “¿cuántos andan aquí?” les contesté que andaba sólo; siguieron
preguntando “¿de dónde vienes?”, respondí de con mi hermano y ya no me hicieron
más preguntas.
Al último me dijeron: “sabemos
quién eres, sabemos dónde sabes andar, sabemos tus movimientos, lo que haces, estamos enterados de todo, así que tú sabrás…”
Después de eso me regresaron
solamente las llaves y me dejaron ahí; se llevaron mi agenda, mi directorio y
el dinero. Calculo que duré con ellos cerca de seis horas. Eran casi las 12 de
la noche cuando se fueron. Después de eso atravesé algunos sembradíos hasta
salir al pueblo de Ruiz, cerca del panteón municipal, de ahí seguí
caminando hasta llegar al lugar donde me hospedo. Era ya la una de la mañana.
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