Una
compañera y un compañero de colectivos de medios libres de comunicación
fueron atacados por el grupo oficialista del comisariado ejidal de San
Sebastián Bachajón, Alejandro Moreno Gómez. Los compañeros fueron
rodeados, detenidos, jaloneados, golpeados y amenazados con machetes
para que entregaran una cámara Cánon 70D, un celular y un tripié.
Aproximadamente
a las 6:30 de la tarde del día 21 de marzo, los compañeros se dirigían a
documentar el desalojo y la quema de la sede regional que ejidatarios
adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona construyeron en
el mes de enero.
Los
compañeros se bajaron en la caseta de cobro y caminaron hacia la sede
regional de los adherentes a la sexta de Bachajón, donde se encontraban
cuatro camiones de la policía del Estado de Chiapas. Más de 200
oficialistas armados con machetes, algunos de ellos alcoholizados, los
detuvieron a veinte metros de la sede. Posteriormente los rodearon,
comenzaron a empujarlos y a decirles que borraran las fotografías. Lo
cual fue hecho.
El relato de los hechos tal y como sucedieron es el siguiente:
“¿Ustedes
son del Frayba, ustedes dividen a la gente(Centro de Derechos Humanos
Fray Bartolomé de las Casas)?”, dijeron y preguntaron los miembros del
grupo.
“No”, dijeron los compañeros, “Somos de medios libres”.
“Los
medios libres también están dividiendo a la gente. ¿Por qué (llegaron)
hasta ahorita?”, dijeron los oficialistas, refiriéndose al bloqueo que
realizaban en el crucero de la caseta de Agua Azul desde el día 19 de
marzo.
La noche del día veinte se escucharon disparos al aire.
Mientras
hacían estas preguntas, daban machetazos al piso y jaloneaban a los dos
integrantes de medios libres. Al compañero le reventaron entonces la
correa del tripié.
“Sáquense
a la verga. No tienen nada que hacer aqui. Pojbeyaik skamara antse
(quítenle la cámara a la mujer). Pojbeyaik celular (quítenle el
celular)”.
Fue entonces cuando se acercaron a quitarle la cámara. Uno de los oficialistas se colocó enfrente de los compañeros y dijo:
“!Stop!”.
Y
colocó el machete en el cuello de la compañera. Fueron separados cuatro
metros. Al compañero lo detuvieron. Le quitaron el celular, y cuando
quiso auxiliar a su compañera lo amenazaron con el machete en el
estómago.
Mientras tanto, los oficialistas insistían en robar la cámara de la compañera.
“Es
mi herramienta de trabajo. Ya borré las fotos”, contestaba ella,
mientras era jaloneada entre tres personas. Posteriormente, se tiró al
suelo abrazando la cámara.
“Ahí está toda la información” decían.
“No, yo las borré. Tú viste”, insistía.
La levantaron, jalonearon, y la amenazaron también con el machete en el estómago.
“La
quebramos aquí”, dijo ella, refiriéndose a la cámara. La jalonearon más
fuerte. La cámara se enrolló en su mano y finalmente le fue robada.
“Sáquense a la verga. No regresen”, dijeron cuando los soltaron.
El
incendio y la destrucción de la sede que debían documentar los
compañeros ocurrió a las ocho de la mañana. Fue provocado por más de 600
elementos de las fuerzas publicas con la participación del Comisariado
Ejidal y el Consejo de Vigilancia, Samuel Díaz Guzmán.
Las
agresiones tanto policiales como de grupos oficialistas son constantes
desde que comenzó la defensa del territorio de Bachajón en 2007. Los
ejidatarios han sufrido alrededor de 120 detenciones, especialmente en
2011. El 24 de abril de 2013 fue asesinato Juan Vázquez Guzmán,
secretario general de los adherentes a la Sexta.
Esta
nueva escalada de violencia se da en el primer aniversario del
asesinato (21 de marzo) de otro coordinador de los adherentes, Juan
Carlos Gómez Silvano, coordinador regional de la organización en la
comunidad Virgen de Dolores.
Los
compañeros temen por la información que les fue robada. Especialmente
por los contactos personales y de trabajo que había en el celular.
Esta
agresión representa una escalada de violencia contra insurgente en
Bachajón y ejemplifica el peligro que hay para comunicadores, defensores
de derechos humanos y los pobladores organizados que están en defensa
de la madre tierra.
Probada
ya la complicidad entre autoridades, policía y estos grupos
oficialistas que operan ya como paramilitares, en todo el país, creemos
que se avecina una ola de violencia más intensa.
Hacemos
un llamado a la población en general a que busquemos estrategias de
acompañamiento y visibilización de lo que ocurre en el ejido de San
Sebastián Bachajón.
¨Este tipo de agresiones no va a parar el trabajo de los medios de comunicación libres y autónomos¨
¨Donde los de arriba destruyen, los de abajo reconstruyen¨
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