FEBRERO 2015
Por Brigadas de defensa del agua y el territorio de la tribu Yaqui.
El Bebeje'eri (Maligno) muestra su doble cara para
aparentar que es indestructible...
Mientras la digna lucha del pueblo yaqui sigue
fortaleciendo sus frentes de batalla, el gobernador Guillermo Padrés y sus
cómplices en el gobierno federal siguen simulando el cumplimiento de las leyes
que juraron cumplir y hacer cumplir. Por un lado, exigen y presionan a los
dirigentes yaquis para continuar un proceso de consulta condicionada a no
suspender el Acueducto Independencia, en clara violación a lo ordenado por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en una de sus cláusulas mandata que
en cualquier etapa del proceso de consulta, se podrá suspender el Acueducto en
caso de detectar afectaciones al pueblo yaqui.
Esta situación ya se ha denunciado y puesto en
evidencia sin que ninguna autoridad se haga responsable de tal omisión; más
bien argumentan que primero se tiene que terminar la consulta para ver si eso
es posible.
Por otro lado, mantienen presión sobre la Tribu
Yaqui con el fin de someterla a otro proceso de consulta que les permita
implementar en Territorio Yaqui un nuevo mega-proyecto consistente en la
construcción de un gasoducto.
Es así que mientras SEMARNAT sanciona tímidamente
al gobernador Guillermo Padrés por retener y almacenar aguas nacionales en su
presa particular, dejando sin abasto del vital líquido a poblaciones enteras a
los que debiera privilegiar por encima de su interés personal por mandato
constitucional; la SEMARNAT permite que se siga consumando día con día el
despojo de importantes volúmenes de agua del Río Yaqui para trasvasarla al Río
Sonora.
Esto lo justifican para compensar el faltante del
agua que otros políticos y grandes empresarios (igual que hace Guillermo
Padrés), le roban y niegan a la ciudad de Hermosillo, culpando de sus actos genocidas
a los integrantes y sobrevivientes de un pueblo milenario como lo es la Tribu
Yaqui. Por ello, contra los yaquis el gobierno de Sonora fomenta odio racial y
criminaliza a la defensa amenazando y encarcelando a sus voceros.
Ante la falta de argumentos reales y válidos
(legal, técnica y moralmente), el mal gobierno acude a la táctica de callar las
voces que denuncian y exhiben sus actos de rapiña, logrando con ello el repudio
de la mayor parte de la población sonorense, nacional e internacional, que ha
roto el cerco mediático levantado para intentar ocultar sus criminales actos de
despojo a los hermosillenses y al sur de Sonora.
Allí en el sur de Sonora sobrevive la Tribu Yaqui,
la cual habita esas tierras desde tiempos inmemoriales.
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NOTA: La presa particular de Guillermo Padrés se
construyó a la par que se montaba el mal llamado Acueducto Independencia; usted
saque conclusiones.
Por esto y más, las tropas de la Tribu Yaqui
seguimos en la digna defensa de nuestro derecho a existir.
¡¡NÁMAKASIA!!
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