Antonia Canuta
Son las once de la mañana y el auditorio donde se celebrará la ceremonia de inauguración ya está abarrotado de gentes. Mientras, centenares de personas disfrutan de un cafecito bajo el intenso sol de invierno de San Cristóbal de las Casas a la espera de que inicie la última compartición del Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo. Y el CIDECI, lugar donde se celebra el evento, luce alegre, lleno de mantas de colores, tiendas de campaña por doquier que alojan a los participantes de la caravana del festival y numerosos puestos de comida, artesanías, libros y material gráfico.
Dentro del auditorio, el primer nivel de gradas está repleto de sombreros de campesinos de distintas partes del país. Es la zona reservada a los miembros del CNI. Y en el resto de niveles, integrantes de La Sexta, participantes de la caravana del festival y tantos otros curiosos que no quisieron perderse las palabras de los participantes del festival. En los alrededores, cámaras por doquier, celulares, tabletas y libros ansiosos por difundir los mensajes del evento.
En primera linea y de cara al público, padres y compañeros de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Pero también delegados y representantes de los decenas de pueblos originarios. El primero en participar es el delegado José Luis Hernández que da la inauguración de las comparticiones en el CIDECI, Chiapas, a las once con cincuenta y seis minutos. “Traemos la palabra de donde venimos y los lugares donde hemos estado”, explica. A continuación el delegado comparte algunas de las cifras de las personas registradas en festiva. 1300 delegadas y delegados de 28 pueblos y 20 estados del país, 2904 participantes de La Sexta nacional e internacional, 736 personas internacionales de 42 países del mundo y un total de 2178 nacionales de todos los estados registrados.
Ayotzinapa presente
Siguiendo la tónica del resto de comparticiones, los padres, familiares y compañeros de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa toman la palabra. En primer lugar Berta Navas, madre de uno de los estudiantes desaparecidos, describió con lágrimas en los ojos a su hijo, un estudiante muy humilde y trabajador. “Su único vicio era ser un maestro para venir a las comunidades como las de los compañeros”. La mujer, continuó hablando sobre la represión que sufren los maestros de las escuelas rurales: “Este gobierno no quiere gente preparada que lleve a las comunidades un mensaje”. Pero su discurso, sobretodo se dirigió a todas las personas que han estado apoyando a los padres de los normalistas a lo largo de la búsqueda durante estos últimos tres meses. “De corazón a todas las personas que nos han recibido en sus comunidades muchas gracias, porque a mi nunca me han tendido la mano”. Y especificó refiriéndose las intervenciones de los familiares de Ayotzinapa en el festival de año nuevo en Oventic: “Fue un honor que nos dijeran que hablábamos en su lugar, fue el mejor honor que he recibido. Yo me siento pequeña ante todas estas personitas, y les pido que nos apoyen hoy y siempre. Para concluir, Berta Navas exclamó: “Que a nadie más le falte un hijo, que a nadie más le falte una familia”.
Cruz bautista, padre de otro de los normalistas desaparecidos, prosiguió a la intervención de Berta. Con sus palabras explicó cómo su familia se enteró de la desaparición del joven a través del periódico y apeló a todos los asistentes a compartir los sucesos: “Esperemos que con ayuda de ustedes esta información llegue a los barrios más pobres del país para que se den cuenta de las anomalías que hace el gobierno para desaparecer a personas que se manifiestan en su contra”.
A continuación, Bernabé Abraján, padre de Abraján de la Cruz, conmovió con sus palabras a todo el auditorio y consiguió arrancar lágrimas a varios de los asistentes. Su voz desgarrada recordó, públicamente, que hoy dos de febrero, sería el cumpleaños de su hijo desaparecido. “Nosotros hubiéramos querido estar compartiendo en este día su aniversario con todos sus familiares” alegó. Su voz, llena de rabia y sentimiento adivirtió claramente: “Hoy me doy cuenta que no solo es el estado de guerrero, todos los estados tienen problemas con el gobierno”. Y añadió: “Hoy nosotros vamos a hacer justicia, a través de que nos organicemos todos unidos”.
Óscar García, hermano de Abel García Hernández, se dirigió al público explicando la difícil situación familiar que vive. “Mi mamá no puede hablar en español, solo en misteco, por eso yo estoy aquí”. El joven continúa explicando como su mamá le pide que vuelva a casa, pero él “prefiere estar aquí luchando para volver a ver a su hermano”. Abel García Hernández quería ser maestro bilingüe, y su hermano, el que ahora habla en el CIDECI, quería ser militar pero explicó que ya no, que no quiere formar parte del narcogobierno. Como él, también Tlabertino Cruz, padre de un normalista desaparecido, también agradeció a los asistentes su presencia y pidieron apoyo a todos los reunidos.
Para finalizar, Omaro García, estudiante normalista recordó: “Nuestra historia tienen que ver con la resistencia y la rebeldía por construir un mundo distinto y para nosotros es un honor estar aquí en el CIDECI”. Y añadió: “No abrimos los ojos el 26 de septiembre, ya los teníamos abiertos”. Para finalizar explicó una anécdota sobre la despedida que tuvieron con el Subcomandante Moisés: “Le expresamos que también queríamos autonomía en las rurales y nos dijo que hasta no ver no creer”. El estudiante concluyó de la siguiente manera: “Asumimos que con el coraje y la determinación de miles de personas en todo el país eso será posible”.
La ceremonia de inauguración finalizó con un presente que la escuela Autónoma Emiliano Zapata de Huixtipec entregó a los familiares y compañeros de Ayotzinapa. Éstos leyeron un poema en Nahuat que habla acerca de los normalistas desaparecidos y entregaron una pintura que les ha acompañado durante todo el festival y simboliza una virgen con varios símbolos naguats.
Mario Luna, preso político yaqui, en directo
Entre las diversas intervenciones de los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, se tuvo la oportunidad de escuchar en directo a Mario Luna, preso activista del pueblo yaqui. El compañero, expresó desde el Cerezo 2 de Hermosillo que “estemos donde estén seguimos firmes”. En referencia al mal gobierno, explicó que “Están esperando dejar caer en el olvido nuestra esperanza”. Además lanzó un mensaje de esperanza: “Podemos llegar a una forma de gobernarnos diferente a la de los políticos”.
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