COMUNICADO DE LA ASAMBLEA ESTUDIANTIL DE FLACSO SEDE ECUADOR
Quito, Ecuador, 4 de noviembre de 2014
A la sociedad mexicana
A la sociedad ecuatoriana
A los familiares de los estudiantes normalistas asesinados y desaparecidos
El pasado 26 y 27 de septiembre fueron atacados por la policía municipal de Iguala estudiantes de la
Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, cuando se preparaban
para salir hacia una manifestación. El resultado del ataque fue de 3 normalistas asesinados, Daniel Solís Gallardo, Yosivani Guerrero y Julio César Mondragón, y 43 estudiantes detenidos que posteriormente fueron desaparecidos por la misma policía municipal. A más de un mes de los hechos ocurridos, seguimos sin saber dónde están nuestros compañeros, mientras los responsables materiales eintelectuales de estos terribles crímenes siguen impunes.
Los estudiantes normalistas y los padres de familia han denunciado que estos hechos de violencia se enmarcan dentro de un ciclo de criminalización y represión sistemática que se vive contra ellos. Basta recordar la mañana del 12 de diciembre de 2011, cuando fueron asesinados los normalistas Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, durante el violento desalojo de la autopista del Sol, ejecutado por la policía federal y en el que 9 compañeros más fueron torturados y 24 detenidos de manera arbitraria. Además, en enero de este año, dos compañeros más de la normal de Ayotzinapa murieron bajo las llantas de un vehículo, mientras boteaban en una carretera, como consecuencia de la criminalización y el racismo impulsado contra ellos desde el gobierno y los medios de comunicación comprados para tal fin.
La respuesta de denuncia y movilización por parte de la sociedad nacional e internacional, agudiza la
crisis de legitimidad del gobierno mexicano, que ante la falta de consenso, ha recrudecido una política autoritaria y sanguinaria. Sabemos que este golpe, además de afectar a toda la sociedad mexicana, significa también un golpe para la educación pública, gratuita y rural, pues la Escuela Normal de Ayotzinapa se ubica en uno de los estados más pobres del país donde existen pocas oportunidades para acceder a la educación, a su vez, es uno de los proyectos de educación socialista que aún sobrevive en el país y que mantiene un fuerte compromiso político con la realidad de las comunidades. Por ello, las escuelas normales rurales siempre han sido vistas con desconfianza por los gobiernos en turno y han tenido que defender su vigencia con base en movilizaciones, ante el desmantelamiento sistemático por parte del estado.
Durante el sexenio anterior (2006-2012), el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa declaró la “guerra
contra el narcotráfico” en 2007, cuya “estrategia” consistió en militarizar el país. Desde entonces, la
violencia se disparó, y hoy México es un país en el que los secuestros, desapariciones forzadas, torturas y asesinatos han trastocado la realidad de miles de familias, donde los responsables son tanto el crimen organizado como funcionarios del gobierno. En los 8 años de supuesta guerra “contra el narcotráfico”, no sólo se ha incrementado la producción, el consumo y el trasiego de narcóticos, sino que los carteles se han fortalecido y multiplicado, las estructuras financieras de la mafia siguen intactas, y se han acumulado más de 120 mil muertos y más de 26 mil personas desaparecidas. De la mano a este proceso, los gobiernos han hecho todas las reformas constitucionales posibles para desmantelar lo poco que quedaba del Estado soberano, dando pie a la entrada -como nunca- del capital trasnacional ávido de explotar los bienes naturales en un territorio que está siendo reconfigurado en función de sus intereses.
Todo, acompañado de un supuesto orden democrático que se jacta de ser el más “estable” de América
Latina, pero que persigue, criminaliza y asesina a los disidentes.
Cada día que pasa, es más evidente que la mal llamada “estrategia contra el narcotráfico” iniciada por
Felipe Calderón, y continuada por Peña Nieto, no es más que la consolidación de un régimen autoritario, propio del terrorismo de Estado, que acumulando muertes e impunidad en nombre de la
seguridad nacional, en realidad aplica una política sistemática de violación a los derechos humanos.
Por lo tanto, desde aquí ratificamos la frase que está siendo levantada desde todos los rincones de la
sociedad civil, por las asambleas interuniversitarias, y por todo el movimiento social organizado, en
México y en el mundo: Fue el Estado. Porque, así sólo fuera por omisión, el Ejecutivo Federal es
responsable no sólo de los disparos y torturas de aquella noche, sino de cada minuto que pasa sin saber de los desaparecidos.
Sabemos que -como bien señala Carlos Fazio-, la violencia hacia los estudiantes de Ayotzinapa no es un hecho aislado, sino que es parte de la cadena de corrupción-impunidad-simulación del Estado mexicano que cada vez es más descarada. Sabemos, además, que las desapariciones forzadas han sido históricamente un instrumento represivo que el Estado mexicano ha utilizado de forma sistemática para diseminar el terror y criminalizar la protesta social.
Está ampliamente documentado que los crímenes de Iguala contra los estudiantes de la normal
ocurrieron en presencia de la policía estatal y federal, así como de los agentes del Cisen y los cuerpos
militares de la zona 35. No aceptaremos de ninguna manera la versión recientemente balbuceada por
las autoridades mexicanas en las que, vergonzosamente, pretenden vincular a las víctimas con el crimen organizado, llegando a afirmar que los normalistas estaban infiltrados por narcotraficantes y que por eso fueron perseguidos y desaparecidos por un grupo rival.
Frente al contexto de violencia, muerte y de desaparición forzada que ocurre en México la Asamblea de Estudiantes de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede Ecuador, se solidariza con los estudiantes de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa Guerrero y con los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, y condenamos los actos de violencia ocurridos los días 26 y 27 de septiembre de 2014. Nos sumamos a las jornadas internacionales de protesta que se realizan en distintas ciudades de México y del mundo.
Desde este rincón del planeta, queremos decirle a nuestros compañeros normalistas, a los heridos, y a
los familiares de los desaparecidos, que no están solos, su dolor también es nuestro dolor. México y la situación de violencia e impunidad que vive nos duele a todas y todos.
Es por eso que, como asamblea de estudiantes de la FLACSO sede Ecuador, exigimos:
La presentación inmediata y con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa Guerrero, secuestrados y desaparecidos por miembros de la policía
municipal de Iguala.
Que el gobierno mexicano encabezado por Enrique Peña Nieto y por el ahora gobernador interino de Guerrero Rogelio Ortega Martínez, se responsabilicen de la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos hasta encontrarlos, y que detenga los intentos de soborno hacia
familiares de normalistas.
Que el gobierno cese de criminalizar a los estudiantes normalistas desaparecidos relacionándolos con los grupos del crimen organizado o narcotráfico, como se ha hecho en otras
ocasiones con los desaparecidos en México.
Que se castigue a los responsables materiales e intelectuales por los asesinatos de los 3 normalistas y la desaparición de los 43 estudiantes normalistas.
¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!
ASAMBLEA ESTUDIANTIL DE LA FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS
SOCIALES SEDE ECUADOR.
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