Indígenas tzotziles de San Sebastian Bachajón, adherentes a La Sexta declaración zapatista y miebros activos del Congreso Nacional Indígena, han mantenido la defensa de su tierra desde hace varios años y denunciado el despojo de su territorio por los poderes locales para imponer los modelos de desarrollo basados en el turismo y la especulación.
Ellos son campesinos y han sido perseguidos, encarcelados y asesinados por atreverse a organizarse y su mucha simpatia que tiene ellos a la lucha de los pueblos bases de apoyo del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Antes de iniciar el año decidieron retomar lo que el Estado y los caciques locales les habian arrancado con represión y violencia. Así retomaron tierras y la caseta de Agua Azul donde colinda su territorio.
Durante varios días, los últimos del año anterior y los primeros de este, fueron desalojados de manera arbitraria y brutal por las fuerzas policiacas del Estado chiapaneco.
Dos proyectos chocan, por un lado la tierra y la vida, vista como una mercancia y un tiempo para conseguir más y más mercancias. Y la otra de defenderla conmo una madre que nos alimenta y nos cobija, donde tejemos nuestra cultura e identidad. El gobierno de Chiapas es un ejemplo patético del triste cuadro que vive todo el país, gobernantes corruptos ligados a caciques locales que a sangre y fuego en complicidad con el Estado imponen su ley.
Pero Bachajón resiste y avanza, la solidaridad es uno de los alimentos que los impulsan, la razón sabia de un campesino que ama y defiende la tierra.
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